Tapa
SDN RadioTransmitiendo en vivo

Pensé en definir este 2025 en una sola palabra, y sólo se me ocurrió «Principio» – Por Facundo Merino

31 Dic, 2025 4:44 p.m.|Actualizado: 31 Dic, 2025 5:16 p.m. AR
Pensé en definir este 2025 en una sola palabra, y sólo se me ocurrió «Principio» – Por Facundo Merino

Pensé en definir este 2025 en una sola palabra, y sólo se me ocurrió «Principio». Sé que suena confuso, no es el principio de nada, SDN lleva 12 años remándola en la liga de los medios, pero para mí, y creo que para todos los que hacemos esto día a día, este año no fue una continuación, fue un despegue. Fue el kilómetro cero de mi futuro profesional y de una nueva identidad para el canal.

«Ser un medio que intenta caminar por la línea de la información, sin casarse con nadie, tiene un costo»

Pipa merino

Este fue el año en que la teoría de la Facultad por fin se chocó de frente con la práctica real. De operar sonido y video a conducir streaming; de entrevistar a un ex ministro de trabajo o secretarios gremiales a cubrir los shows de Lali, Emanero o La Beriso. Fue el año de entender que comunicar no es solo hablar frente a un micrófono, sino crear un plan de contenidos, editar con el tiempo contado y entender la responsabilidad que eso conlleva.

NOTICIA RECOMENDADA
Que año que pasamos ¿no? – Por Nicolás Rodríguez

Pero el «principio» también tuvo sus complicaciones. Puertas adentro, el 2025 fue un máster en resolución de problemas. Hicimos un despliegue visual y sonoro enorme con equipos que en muchas ocasiones pedían un descanso, peleando contra estática, altas temperaturas o vivos que se caían. Aprendimos a los golpes, perdiendo material y volviendo a empezar.

Sin embargo, toda esa resiliencia tuvo su premio: el Párense de Manos 3, nuestra tesis. Viajar a Buenos Aires, instalarnos en un hotel, mover un equipo técnico y cubrir un evento masivo con la calidad de los grandes medios nos terminó de demostrar que SDN ya no es solo local. Salió genial, y nos dejó la certeza de que estamos para las grandes ligas.

Afuera del estudio, la realidad fue hostil. Socialmente fue un año duro, marcado por una violencia que duele: desde los jubilados en el Congreso hasta los discursos de odio que parecen no tener fin. Vi la grieta más viva que nunca, con dos bandos cuyo único punto en común es estar convencidos de tener la verdad absoluta y señalar al otro como el enemigo.

En ese caos, ser un medio que intenta caminar por la línea de la información, sin casarse con nadie, tiene un costo. Vimos cómo sectores políticos nos buscaban en campaña y nos soltaban la mano apenas los resultados no los acompañaban, creyendo que nuestra función era «hacerlos ganar». Es decepcionante ver que las palabras que no se imprimen y las promesas que no se cumplen, son golpes al ánimo, pero al final del día, esa soledad nos confirma que estamos en el camino correcto.

Como dice Francisco «El Chueco» Paz siempre: «Lo malo está mal no importa quién lo haga, y lo bueno está bien no importa quién lo haga». Esa es nuestra brújula. Informamos lo que pasa; vos decidí qué pensás.

SDN pasó por muchas etapas estéticas este año, pero entendimos que la prioridad sigue siendo la palabra, el contenido. Y ese contenido no existe sin el grupo humano.

Siempre supe que un amigo podía convertirse en jefe, sobre todo teniendo amigos que comparten la misma pasión y con tanto talento encima, pero nunca imaginé que un jefe pudiera convertirse en un amigo. «El Chueco» transformó la redacción en un espacio de confianza donde el error se corrige con paciencia y risas. Encontrar a alguien con su trayectoria dispuesto a compartir su conocimiento con tanta generosidad es algo que no pasa seguido en este ambiente, ni en otros. Él es el alma de esto, y entenderlo a él es entender a SDN.

No quiero hablar de objetivos para 2026, prefiero hablar de deseos. Deseo que SDN termine de convertirse en ese transmedio federal que tiene el potencial de ser. Deseo que sigamos priorizando la noticia y la calidad por sobre el algoritmo.

Deseo que el equipo siga creciendo, sumando gente con experiencia y gente con hambre de aprender, como nosotros. Y sobre todo, deseo que todo ese laburo se refleje en ustedes, la audiencia. No buscamos números vacíos, buscamos una comunidad fiel que nos elija porque sabe que acá, pase lo que pase, les vamos a contar la verdad.

El 2025 fue el principio. El 2026 es el momento de hacerlo realidad. Y vamos a trabajar para que eso suceda.

Facundo «Pipa» Merino