La modificación del Banco Central en la metodología de registro de egresos por turismo redujo el déficit cambiario del sector, beneficiando las estadísticas de gestión de Daniel Scioli.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) implementó una modificación en la metodología para medir el consumo de divisas en el exterior, una decisión que impactó directamente en la estadística de la balanza turística. La Secretaría de Turismo y Deportes, a cargo de Daniel Scioli, fue la principal impulsora de esta redefinición de criterios contables.
La nueva medición excluye del cómputo de egresos por turismo los gastos realizados con tarjeta para la adquisición de servicios digitales y las compras efectuadas en plataformas de comercio electrónico internacionales, como Amazon. Scioli reconoció públicamente la intervención de Santiago Bausili, presidente del BCRA, en la aprobación de esta nueva fórmula de cálculo que aligera los números de su gestión.
Jorge Macri pidió correr al presidente del Mercado Central vinculado a Toto CaputoEl secretario de Turismo celebró que, con esta revisión metodológica, las proyecciones de egresos anuales para 2025 se reducirían drásticamente. Según estimaciones oficiales, el gasto total pasaría de ser de 13.350 millones de dólares a 10.241 millones, lo que implica que el saldo negativo entre ingresos y egresos de divisas por turismo se achicó de 9.983 millones a 6.935 millones de dólares.
Esta maniobra estadística se produce luego de que la Secretaría de Turismo decidiera previamente discontinuar la financiación de encuestas clave del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Scioli había manifestado su disconformidad con las cifras que publicaba el organismo dirigido por Marco Lavagna, que reflejaban un desempeño consistentemente negativo del sector.
Pese a la mejora en la contabilidad monetaria, los datos referidos al movimiento físico de personas mantienen una tendencia preocupante. Las últimas cifras disponibles indican que entre enero y noviembre del año pasado, el país registró un saldo migratorio turístico negativo de 6,41 millones de personas, producto de la salida de 11,19 millones de residentes argentinos y el ingreso de solo 4,78 millones de turistas extranjeros.
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