La Ley de Inocencia Fiscal reduce los plazos de prescripción de obligaciones tributarias, estableciendo un beneficio de cumplimiento estricto y exclusivo para los contribuyentes sin deudas.
La sanción de la denominada Ley de Inocencia Fiscal generó un significativo interés en el ámbito económico y tributario, especialmente en relación con las modificaciones que introduce en los procedimientos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). La especialista en temas impositivos, Elisabet Piacentini, detalló los alcances de la normativa y sus efectos durante una reciente explicación.
Según la interpretación de Piacentini, el punto central de la ley para el universo de contribuyentes cumplidores reside en la alteración de los plazos de prescripción. Este mecanismo legal implica la reducción del lapso temporal en que el Estado puede exigir el pago de tributos.
Wall Street extiende las bajas en la última jornada de un año récordLa experta fue enfática al señalar que este beneficio no se aplica de manera generalizada. Solamente aquellos individuos y empresas que mantienen un historial fiscal intachable, sin registrar deudas o incumplimientos, son elegibles para la aplicación del nuevo plazo reducido.
Esta disposición busca generar un incentivo positivo y recompensar la cultura del cumplimiento en el sistema tributario nacional. Operativamente, implica una menor exposición de los contribuyentes cumplidores a eventuales fiscalizaciones retrospectivas por parte del organismo recaudador.
La Ley de Inocencia Fiscal establece así un mecanismo legal que distingue claramente a quienes han mantenido la transparencia y el pago al día de sus obligaciones respecto de aquellos que aún deben regularizar su situación con el fisco argentino.
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