La credibilidad institucional sufre un fuerte golpe al revelarse que más de la mitad de la población cuestiona la veracidad de las cifras oficiales del INDEC.
Un reciente relevamiento de consultoras privadas arroja un dato contundente sobre la percepción pública de las estadísticas oficiales en Argentina. El informe detalla que más del 50% de los ciudadanos consultados expresa un alto nivel de desconfianza en los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Esta marcada incredulidad popular afecta directamente la forma en que la sociedad interpreta los indicadores clave de la economía doméstica. Las mediciones sobre inflación, los índices de pobreza y la evolución real de los salarios figuran entre los puntos de mayor escepticismo manifestado por los encuestados en el relevamiento.
Wall Street extiende sus bajas en la penultima rueda del año y posa su mirada en lo que hará la Fed en 2026Analistas económicos vinculan este fenómeno a la historia de intervenciones políticas y controversias sobre la metodología de cálculo que marcaron la gestión del organismo en décadas pasadas. Si bien se registraron esfuerzos de transparencia recientes, la memoria institucional de la manipulación de datos parece persistir con fuerza en la opinión pública.
La falta de fe en el INDEC complejiza el debate social y la implementación de políticas de Estado, limitando la validación de las medidas adoptadas por el gobierno. Cuando la ciudadanía y los actores sociales descreen de las cifras de partida, cualquier acuerdo o plan a futuro pierde sustento empírico ante la sociedad.
El hallazgo representa un desafío significativo para la actual administración, que debe no solo garantizar la rigurosidad técnica de sus informes sino también implementar estrategias efectivas para restaurar la deteriorada credibilidad del organismo ante la población.
SDN Digital, solo información.



